ENSEÑANZA
No. 233
08-233.01.
La luz de mi Espíritu sea con vosotros.
08-233.02.
Discípulos, que venís luchando con vosotros mismos, que aspiráis a la
eternidad espiritual, que no estáis satisfechos de vuestras obras; preparaos,
porque si bien es cierto que no habéis alcanzado lo que vuestro espíritu
anhela, ni habéis contemplado el fruto de vuestra labor, Yo os digo que habéis
logrado elevación y adelanto. Esto vais a confirmarlo en aquella vida que os
espera, en la que tendréis pleno conocimiento de vuestro progreso espiritual.
Ahí será donde sintáis que el amor del Maestro en verdad se ha infiltrado en
vuestro ser y que el sentimiento de caridad hacia los que sufren, se ha
acrisolado en vuestro espíritu. Esa será la cosecha recogida por vosotros
después de las diferentes reencarnaciones que habéis tenido.
08-233.03.
El valle espiritual se poblará de espíritus de luz, cuyas virtudes estarán al
servicio del bien y del progreso de la humanidad.
08-233.04.
Quienes en este mundo realmente se preparen y lleven su misión con verdadera
caridad y amor, no aspirarán a contemplar la realización de su obra para
escuchar el clamor del triunfo, porque el que a esto aspire, aún tiene mucho de
materia y muy poco de espíritu.
08-233.05.
Si os he dicho que deis a vuestra materia la importancia y el lugar que tiene en
vuestro destino, me he referido a que sepáis conducirla para que ella sea
instrumento para vuestro perfeccionamiento; porque es vuestro espíritu el que
tiene que llegar a Mí.
08-233.06.
Ved cuan simple es mi Doctrina en todas sus fases, por eso os digo que nunca
busquéis complicarla. Mirad cómo os facilito la forma de cumplir con ella, más,
a medida que veo que os compenetráis de mi enseñanza, os hago sentir la
responsabilidad que con ello adquirís. Cuanto más ignorante de mi enseñanza
se encuentre un hombre, menor es su responsabilidad.
08-233.07.
¿Por qué hay quienes habiendo estado conmigo me abandonan? ¿Por qué llegan a
cambiarme por satisfacciones que hacen daño a su espíritu? Y cuando les
alcanzo en su camino y les llamo, llegan en su ingratitud a decirme que nunca me
han visto ni me han sentido. Qué pronto han creído haber olvidado al que
marcha con ellos paso a paso, al que les ha acompañado en las horas de prueba y
en las vicisitudes; al que ha llevado en esos instantes el corazón atormentado,
la armonía celestial de mi caricia y de mi paz divina que le dice: Venid a Mí,
descansad en Mí; seguidme, Yo soy el Cielo que buscáis. En ese instante, aquél
corazón se ha sentido embargado de emoción porque ha comprobado que el hombre
no está sólo en su camino y ha brotado de él una oración de amor que es acción
de gracias al Maestro. ¿Es posible que alguien pueda olvidar estas pruebas de
mi amor? ¿Es posible que después de recibirlas haya quien niegue haberme
sentido?
08-233.08.
Vosotros que me estáis oyendo, me preguntáis: Maestro ¿Cómo puedo saber lo
que es bueno y lo que es malo? A lo cual os respondo: Yo soy la justicia divina
y como justicia me manifiesto en cada uno de vosotros por medio de la conciencia
que es luz de mi Espíritu Divino. Esa es la voz de Dios dentro del hombre, y
como en el hombre existen facultades que lo capacitan para interpretar y
entender esa voz, sus llamadas y sus juicios, no podrá justificar que no conoce
el camino del bien, que es la Ley del amor y la justicia. ¿Cuáles son esas
facultades o atributos que permiten al hombre escuchar la voz de su propio guía
y juez? La intuición, la razón, los sentimientos.
08-233.9.
Por eso es que quien obra mal, no es que carezca de oídos para escuchar esa
voz, es que los ha cerrado para no escuchar su propio juicio. No es que no tenga
ojos para contemplar el buen camino, es que voluntariamente se hace ciego para
caminar por el sendero que ha creado bajo su propia voluntad.
08-233.10.
Os digo a vosotros: ¿Por qué callar la voz dulce y armoniosa de Dios que os
habla a través de vuestra conciencia, si ella siempre os guía con certeza por
la senda del bien?
08-233.11.
Es la carne muchas veces la que como un denso velo no os deja mirar la luz de la
verdad, por eso os digo, que escuchareis aquella voz con toda claridad cuando os
encontréis libres ya de la materia. Y aquel instante puede ser el de la suprema
felicidad para el espíritu, que llegó al cumplimiento de su misión en la
Tierra o también el de infinito dolor, al comprobar sus faltas y ver sus
manchas, que le harán desear una nueva materia, como una oportunidad para
empezar el camino. Ahí la justicia del Padre, que tiene como principio el amor,
se manifiesta en poder, concediendo al espíritu un cuerpo humano más, donde
cumplir su destino.
08-233.12.
Como ésa, cuántas oportunidades os he confiado a cada quien para que al cabo
del tiempo lleguéis a Mí, ya que como hijos me pertenecéis. Más no quiero
que sólo por mi caridad y amor lleguéis a Mí, sino que también sea por
vuestros méritos para que os hagáis dignos de poseer y contemplar toda la
grandeza de mi Obra.
08-233.13.
En verdad os digo que hay más alegría en el Cielo a la llegada de un pecador
convertido que si en él penetrasen cien justos. Es el triunfo del bien contra
el mal, cuando el espíritu caído en tinieblas recobra su grandeza.
08-233.14.
Vengo a hablaros en esta forma para destruir en vosotros todas aquellas
creencias fanáticas que entorpecían vuestro camino de evolución espiritual,
pues mi Doctrina no os había sido expuesta con claridad por sus intérpretes.
08-233.15.
Pueblo: sed fuerte ante el dolor y cuando lleguéis a la comprensión, me daréis
gracias por haberos probado.
08-233.16.
Acercaos a Mí y oídme, que en mi palabra os sustentaré espiritualmente.
08-233.17.
Mi enseñanza en este tiempo ha obrado el milagro de levantaros en multitudes ávidas
de luz.
08-233.18.
En el silencio de vuestro corazón habéis escuchado al Maestro y ante El habéis
descansado de los largos caminos, de los cuales traéis como cosecha vuestra
fatiga y vuestros dolores.
08-233.19.
De lo que el mundo está hambriento, es de amor, de paz, de verdad.
08-233.20.
Llevad la unión donde reine la discordia, la luz donde exista la confusión, la
moral en donde habite el pecado y el bálsamo en donde haya dolor.
08-233.21.
Entonces seréis el espejo limpio, espejo que es vuestra conciencia, donde se
refleje mi divina lección y donde la humanidad contemple sus imperfecciones.
08-233.22.
Grande es vuestro destino entre la humanidad, por eso he venido a enseñar para
que no tengáis tropiezo alguno que fuera causa de que os juzgasen vuestros
hermanos.
08-233.23.
Haced de vuestro cuerpo un siervo humilde que jamás se interponga entre vuestro
espíritu y el Mío; que sepa rendirme el culto que a él toca y deje a vuestro
espíritu elevarme el culto que le corresponde.
08-233.24.
La espiritualidad bien entendida os dará fuerza y salud.
08-233.25.
Desde el principio de los tiempos, los emisarios de la Ley y la Doctrina del espíritu,
han encontrado como adversario al hombre de ciencia. Y entre unos y otros se han
entablado grandes luchas; y ha llegado el tiempo en que os diga algo sobre estas
controversias.
08-233.26.
Yo hice este mundo para que sirviese de morada pasajera a espíritus encarnados,
pero antes de que ellos viniesen a poblarlo, los preparé con los dones de la
conciencia, del entendimiento y de la voluntad. Y Yo, de antemano sabía el
destino y la evolución de mis criaturas, deposité en la Tierra, en sus entrañas,
en su superficie y en su atmósfera, todos los elementos necesarios para la
conservación, para el sustento, el desarrollo y aun el recreo del ser humano.
Mas para que el hombre pudiera descubrir los secretos de la Naturaleza cual
fuente de vida, Yo permití que su inteligencia despertara.
08-233.27.
Y así le fue revelado al hombre el principio de las creencias, cuyo don todos
poseéis, aunque han existido siempre hombres de mayor capacidad, cuya misión
ha sido la de arrancar a la Naturaleza el secreto de sus fuerzas y elementos
para bienestar y regocijo de la humanidad
08-233.28.
También he enviado grandes espíritus a la Tierra para que os revelasen la vida
sobrenatural, aquella que se encuentra sobre esta Naturaleza, más allá de la
ciencia. Y por medio de esas revelaciones ha sido presentida la existencia de un
ser universal poderoso, creador, omnipotente y omnipresente, quien reserva una
existencia al hombre después de su muerte; la vida eterna del espíritu.
08-233.29.
Mas trayendo unos misiones espirituales y otros misiones científicas, se han
levantado en pugna unos contra otros en todos los tiempos, siempre como
enemigos, las religiones y la ciencia.
08-233.30.
Hoy os digo que materia y espíritu no son fuerzas opuestas, entre ambas debe
existir armonía. Luz son mis revelaciones espirituales y luz son también las
revelaciones y descubrimientos de la ciencia. Mas si habéis oído de Mí, que
mucho censuro la obra de los científicos, es porque muchos de ellos, han tomado
de la Naturaleza, su energía, sus elementos y fuerzas antes desconocidas, para
fines perversos de destrucción, de odios y venganzas, de dominio terrestre y
desmedida ambición.
08-233.31.
Os debo decir que, en aquéllos que han desempeñado con amor y buenos fines su
misión, en aquéllos que respetuosa y humildemente han penetrado en mis
arcanos, me he complacido revelándoles grandes misterios en beneficio de mi
hija la humanidad.
08-233.32.
La ciencia, desde el principio del mundo, ha hecho caminar a la humanidad por el
sendero del progreso material, en cuyo camino y a cada paso el hombre ha ido
encontrando los frutos de la ciencia, dulces unos amargos otros.
08-233.33.
Este es el tiempo en que debéis comprender que toda luz pertenece a mi Espíritu,
todo lo que sea vida es de mi Divinidad, porque Yo soy el arcano, la fuente y el
principio de toda la creación.
08-233.34.
Esas pugnas de lo espiritual contra lo científico, desaparecerán de los
hombres, hasta el grado de unir la espiritualidad a la ciencia en una sola luz
que ilumine el sendero del hombre hasta lo infinito.
08-233.35.
Vosotros comenzáis a preparar ese tiempo, porque el espiritualismo tiene una
misión universal que desempeñar, él será el que revele a todos los hombres
la verdadera vida.
08-233.36.
Concebid una humanidad que consagre su ciencia, su talento, al servicio de ella
misma, que sin fanatismo ni idolatría, rinda culto agradable a Dios; que aun
los placeres sean saludables y sus goces sanos al cuerpo y al espíritu y tendréis
un mundo nuevo, moral, científico y espiritualmente elevado. Se respetará la
vida del semejante y no se dispondrá de la propia, porque comprenderán
aquellos hombres que no son dueños de sí mismos y que el único dueño de todo
soy Yo.
08-233.37.
Señalados están aquéllos que tengan que morar en el mundo en esos tiempos de
gracia; y lo que fue valle de lágrimas, campo de destrucción y de muerte, será
convertido en un valle de paz.
08-233.38.
Será tiempo propicio para el desarrollo y florecimiento de los dones del espíritu.
Entonces la ciencia no se impondrá al avance del espíritu, mas sí les
concederé penetrar aún más en mis arcanos, donde les revelaré grandes
misterios para beneficio de la humanidad.
08-233.39.
Mi Espíritu se recreará como siempre, con las obras buenas de mis hijos, ya
sean espirituales, ya científicas o frutos de su sensibilidad a la belleza.
08-233.40.
Este pueblo preparará el camino, pero vosotros, con los ojos de vuestro cuerpo,
no contemplaréis aquel tiempo.
08-233.41.
De entre vosotros no surgirá ningún llamado redentor, ni siquiera unificador
de este pueblo, será mi palabra la que os una y redima.
08-233.42.
Al finalizar mi comunicación en 1950, quiero presentarme en vuestro santuario;
ahí en vuestro corazón, será para Mí, el trono de amor que mi pueblo me
prepare. No queráis que me presente en una cruz, en un cadalso o en un
tribunal.
08-233.43.
No dejéis que el tiempo borre estas palabras para que podáis formar con ellas,
el Gran Álbum de sabiduría de vuestro Padre.
08-233.44.
Orad, hablándome con el espíritu, ya que la voz de vuestra materia no resuena
en la Gloria.
08-233.45.
Mientras unos se presentan en espíritu, porque no pudieron venir junto con su
materia, otros me presentan sólo a su envoltura, ya que su espíritu anda
lejos, ocupado en la materialidad y Yo os he dicho que para oírme es necesario
prepararse; mas quiero que mi luz, como un maná espiritual, descienda en todas
partes donde se encuentren mis hijos.
08-233.46.
Prepararé para este día un festín, para que con él se recreen los que viven
en la Tierra y aquellas grandes multitudes de espíritus que viven en el Más
Allá.
08-233.47.
Vengo a recibiros ante la luz del Libro de los Siete Sellos. Elías en este
tiempo preparó el entendimiento humano para mi comunicación; desde entonces
habéis venido descubriendo en mi Obra una nueva revelación. Unos dieron una
justa interpretación a mi enseñanza, otros torcieron su sentido y cuando llegó
la hora de que el pueblo se ramificara en congregaciones o recintos, cada uno
obró de la manera en que había sido enseñado por los que iban adelante.
08-233.48.
Cuando comenzasteis a oír mi palabra, era corto el número de mis oyentes,
entre ellos había hombres y mujeres, adultos y niños. Aquella pequeña reunión
creció y se convirtió en un pueblo y entonces le revelé que espiritualmente
era Israel el cual se encontraba oculto y diseminado por el mundo. Pasó el
tiempo y las multitudes se multiplicaron, entonces las llamé a congregación
porque había descubierto que sus corazones vivían distanciados, que no había
entre ellos unión ni armonía.
08-233.49.
Mi palabra se manifestó gloriosa y mi corazón se abrió como un arca donde
brotaba la Ley y las promesas; ante ella inclinó su cerviz el pueblo y
levantando su diestra juró seguir al Padre, juró unificarse. Imborrable fue mi
palabra de ese día, porque quedó escrita en la conciencia del pueblo, así
como la promesa de este pueblo fue tomada como un nuevo pacto ante el Espíritu
Divino.
08-233.50.
Desde entonces venís luchando por vuestra unión, para que una sola luz y un
solo culto sea en los corazones; pero este pacto, no todos lo respetaron, no
todos hicieron suyo el ideal de unión y espiritualidad, y eso ha provocado
torbellinos y huracanes sobre este pueblo, haciéndolo a veces debilitar. Hoy
veo que mientras unos pugnan por conservar la limpidez, pureza y sencillez de
esta Doctrina, otros no comprendiendo esta pureza por falta de espiritualidad,
la han ido contaminando con ritos extraños y con influencias de diversas
religiones.
08-233.51.
Yo traje a los discípulos de este tiempo una Doctrina cuyo contenido es la
esencia de lo que enseñó Moisés, de lo que Jesús derramó en la humanidad y
lo que mi Espíritu viene a revelaros, mas he contemplado cómo ha habido entre
vosotros quienes han ocultado mi verdad para poderse levantar como señores y
reyes delante de sus pueblos. Si ellos pudiesen, llevarían corona en su cabeza,
manto sobre sus hombros y cetro en su diestra; pero a falta de ello, humillan a
sus hermanos y gustan de recibir tributos, adulaciones y alabanzas.
08-233.52.
Los hombres llegan a mis recintos día tras día; nuevas multitudes y discípulos
postreros van acrecentando este pueblo; si ellos llegan a un recinto donde mis
hijos se preocupan por mostrar la bondad y pureza de mi Obra, se llenan de luz y
me glorifican, mas si llegan a donde la vanidad y las pasiones anidan, se
confunden y así confundidos prosiguen su camino. ¿Cómo podrán detener el
avance caótico de esos labriegos, quienes van delante de las multitudes? ¿Cómo
podrán demostrar al mundo que no se trata de una secta o de una nueva religión,
sino de la Ley eterna, la luz del Espíritu Divino hecha Doctrina para conducir
a los hombres a la perfección de su espíritu?
08-233.53.
Si desde un principio hubieseis comprendido la esencia de mi Doctrina y su
finalidad, no hubiese tantos confundidos en el camino. Creísteis que
vuestros dones eran para vuestras satisfacciones terrenales y dejasteis que la
luz de mi palabra se apagara al llegar a los corazones. Los portavoces han
transmitido mi palabra desde el primero hasta el último de los recintos,
haciendo enronquecer su garganta, para que al menos la intensidad de su voz,
despertara e impresionara vuestro endurecido corazón.
08-233.54.
Habéis visto a las congregaciones desconocerse por su diversidad de criterios y
de conceptos y habéis permanecido insensibles, sin intentar nada para evitar
esa división. A veces queréis levantaros reclamando a vuestros pueblos para
darles enseñanza, mas ¿Qué podéis enseñarles si nada sabéis?
08-233.55.
Sé que los que han sufrido y luchado por demostrar mi Doctrina con toda
limpidez, están llorando en estos momentos al escuchar estas palabras. Ellos me
piden perdón y fortaleza para seguir en la brecha y Yo a todos doy perdón,
fortaleza y luz. Bendigo a los humildes, mas a los que no lo son, les digo: sed
humildes, no olvidéis que os he comparado con el hijo pródigo de mi parábola,
quien después de derrochar su herencia lejos de la casa paterna, cuando vio sus
manos vacías y su cuerpo exhausto y desnudo, retornó al hogar en busca de los
brazos de su Padre. El le recibió e hizo fiesta por la dicha de tenerlo
nuevamente con él. Entonces aquel hijo tornase en humilde, en obediente y
amoroso para con su Padre, porque el dolor de sus faltas habían hecho luz en su
corazón; mas a vosotros, a quienes he dicho que he recibido en este tiempo como
al hijo pródigo, ¿Creéis que sea justo que después de haber hecho fiesta a
vuestra llegada, de haberos sentado a mi mesa y de haberos colmado de gracias,
os llenéis de vanidad y os enseñoreéis de mi casa?
08-233.56.
Mi palabra ha logrado conmover vuestro corazón y en él forman los unos el propósito
de mejorar sus obras y los otros el propósito de enmienda. Entonces os dice el
Maestro: el tiempo de la depuración ha llegado, id al seno de vuestras
congregaciones y desenvolved los dones con que he agraciado a cada uno de
vosotros. Es mi deseo que cesen tantas imperfecciones y profanaciones, si no
queréis veros privados de mi palabra antes del tiempo marcado por mi Divinidad.
08-233.57.
Analizad mis palabras, meditad en ellas y luego levantaos con el propósito
firme de enmendar yerros, corregir imperfecciones y depurar prácticas. Orad y
velad, aun es tiempo de exterminar la mala semilla, de sembrar la buena y de
recoger su fruto.
¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!